Judío, intelectual, vivió en Guadalajara (Castilla-La Mancha / España), entre los años de 1422 y 1433, en calidad de protegido de la poderosa familia de los Mendoza. Por encargo de Luis González de Guzmán y Enríquez de Castilla, Maestre de la Orden Militar de Calatrava (1407 – 1443), realizó la traducción y comentario de la Biblia, conocida como “de Alba”. Fue un acérrimo defensor del sefardismo, como se puso de manifiesto al afirmar que “los comentarios de la Toráh, y las leyes y juicios y las otras disciplinas que nosotros, los judíos, poseemos hoy día, fueron todos, o casi todos, escritos por sabios judíos en Castilla”. Vivió en Maqueda (Toledo). Su señor don Luís de Guzmán, gran maestre de Calatrava, le ordenó que realizase la labor que ahora conocemos como Biblia de la Casa de Alba, animado del vivo deseo de conocer a fondo las Sagradas Escrituras, y como Arragel objetase que no siempre su versión se sujetaría al criterio cristiano, le guiaba en sus trabajos el franciscano Arias de Encina. Su comentario es profundamente racionalista, pero cuando una opinión puede resultar atrevida para el cristiano, lo advierte sinceramente citando su origen, no intentando nunca realizar labor proselitista, el trabajo se prolongó de 1422 a 1433. Moisés Arragel era uno de los hombres de más vasta cultura de su tiempo; conocía los expositores cristianos, como san Jerónimo y san Bernardo; las grandes autoridades rabínicas, desde el Talmud y los Midrashim hasta Maimónides, Aben Ezrá y David Kimbi, y los clásicos de la antigüedad como Aristóteles, Euclides y Plinio el Naturalista. El manuscrito de esta obra, realizado entre 1422 y 1430, que tan alto coloca el nivel cultural de nuestra patria, perteneció al duque de Olivares; actualmente es propiedad de la casa de Alba. (Bibliografía: Catálogo de las colecciones expuestas del Palacio de Líria [Madrid, 1898]; Paz y Meliá, La Biblia puesta en romance por Rabí Mosé Arragel de Guadalfajara [en Homenaje a Menéndez y Pelayo, Madrid, 1899]).