Glosario

Aun compartiendo la creencia en un D’s monoteísta y no encanado, musulmanes y judíos han diferido en otras materias. Los musulmanes preveían la cooperación con los judíos sobre la base del Corán 3,64 - “¡Oh, pueblo del Libro! Reunámonos en una plataforma que es común a entrambos, que no serviremos a nada excepto a D’s”-, pero, a la inversa, creían que los judíos habían distorsionado sus propias escrituras y la enseñanza de sus propio profetas, de modo que se necesitaba el Corán para corregir y cumplir las intuiciones de la Biblia judía y de los profetas judíos. Los judíos, sin embargo, rehusaron aceptar la visión islámica de su Libro y sus profetas, y del papel de Mahoma; fueron expulsados de Medina por Mahoma, y de Arabia por el califa Omar. No obstante, como -pueblo del Libro- podía conservar su propia religión y cultura en el resto del mundo musulmán; un erudito como Moisés Maimónides pudo escribir sobre temas judíos y aconsejar a judíos desde su ventajosa posición como médico en la corte de un sultán musulmán de Egipto. Las relaciones entre judíos y musulmanes continuaron siendo razonablemente amistosas, comparadas con la polémica islámico-cristiana, hasta la fundación del Estado de Israel en 1948 y la cuestión palestina que nació de ella. Esto ha tenido amplias connotaciones políticas, pero incluye también la polémica religiosa de Jerusalén, ciudad santa tanto para judíos como para musulmanes. El diálogo islámico-judío ha surgido de manera modesta aunque en expansión entre musulmanes liberales y judíos en algunos ámbitos académicos y religiosos, y se puede prever que crezca poco a poco. Se espera un diálogo más profundo y un encuentro real para la resolución de la crisis del Oriente Medio.
Viernes, 26 de abril de 2024 -

Sefardies.es

Un proyecto del
Centro de Documentación
y Estudios Moisés de León

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS