Calles urbanas sin salida, típicas de las aljamas, cercadas por arcos o portillos susceptibles de cerrar el paso por la noche o en caso de hostilidades. Actualmente son patios comunes al que acceden varias crujías o viviendas particulares. Constan de entrada, pozo, pila y plantas como madreselvas, parras, higueras, naranjitos, rosales, etc. También tienen distribución comunal e irregular de cuadras, pajares, corrales, etc. De origen probablemente judío o mudéjar, es comunal, del común de los vecinos que a él tienen acceso, con normas consuetudinarias sobre sus usos y construcciones muy complejas e históricamente muy ricas. Existen dos tipologías: abiertos y cerrados. Los adarves abiertos o callejones no tienen actualmente plantas ni pared con puerta de acceso. Los adarves cerrados mantienen la estructura y funciones antes mencionadas. Hay adarves que han sido privatizados por la adquisición de todas las viviendas que a ellos daban acceso. Suelen tener muro y puerta a la calle. En la antigüedad, era un camino que corría por la parte superior de una fortificación, protegido por un parapeto, y que da paso a los puestos de vigilancia. En la ciudad musulmana, callejón sin salida y con puertas que se cerraban de noche.