Mediante escritura fechada en Valladolid, el día 29 de marzo de 1560, Diego Bernuy, comerciante de ascendencia judía, vecino y regidor de la ciudad de Burgos, adquiere por cesión de Don Hernando de Valdes, arzobispo de Sevilla e Inquisidor General, la villa y señorío de Alcalá del Valle, entonces de "Ronda", con jurisdicción civil y criminal. Esta localidad esta enclavada en la zona occidental de la Serranía de Ronda, es la última población de la conocida Ruta de los pueblos blancos, y dista 25 kilómetros de Ronda. Tras pasar por diferentes denominaciones desde su fundación como Alcalá de Setenil y de Ronda, se fijó su actual nombre en el año 1770, cuando formaba parte de la provincia de Málaga. Se mantuvo bajo la jurisdicción señorial de los Bernuy, luego marqueses de Benamejí, hasta finales del siglo XVIII, con el término del sistema señorial, habiendo pagado en 1763 la cantidad de 47.360 reales a los marqueses de Benamejí y 10.000 reales por quedar al amparo de la Corona.