Localidades

Villalpando. (Zamora – Castilla y León / España). Situación: En la Comarca de Tierra de Campos, está situado al noroeste de la provincia de Zamora, ciudad cercana al río Valderaduey, en la Autovía A-VI Madrid-La Coruña, a unos 26 Kilómetros. de Benavente. Según algunos autores pudiera tratarse de la antigua ciudad romana de Intercacia, los árabes la llamaron Alpando y en la actualidad se la conoce por el topónimo de Villalpando. Fue despoblada por Alfonso VII, rey de León y Castilla (1126 – 1157), pero en 1170 la repobló Fernando II, rey de León (1157 – 1188), por ésta época debió tener un enorme desarrollo ya que hay constancia de la existencia de cinco iglesias. En 1179 fue dotada de fuero en el que se incluían privilegios y exenciones destinadas a fomentar la población. Su distribución urbana constaba del recinto amurallado y los arrabales. Una doble muralla circundaba la villa, la más antigua encerraba 7 iglesias. Actualmente de las murallas quedan sólo restos, y dos puertas de entrada, de las cuatro que tuvo, la Puerta de Santiago y la Puerta de San Andrés. En el s. XIII hubo hasta 12 parroquias, un Convento de franciscanos y dos Hospitales, el de San Lázaro y el de Santi Spiritus. A partir de 1297 se celebra un mercado que fue otorgado por privilegio de Fernando IV. Perteneció esta villa a la Orden de los Templarios teniendo el recinto murado como núcleo “El castillo de piedra” fortaleza de los Templarios hasta la supresión de la Orden. En 1312 la villa pasa a manos de la Corona, hasta pocos años después, cuando en 1341 Alfonso XI el Justiciero, rey de Castilla y de León (1325 – 1350), otorga pro privilegio a Juan Alfonso de Benavides los lugares, vasallos y heredades de la Orden del Temple en estos lugares. Fue una de las numerosas villas que sirvieron a Enrique de Trastámara para premiar y recompensar a sus vasallos en su lucha por el trono de Castilla. Buen ejemplo de esto fue que concluida la guerra civil contra su hermano Pedro I el Cruel, rey de Castilla y de León (1350 – 1369). Enrique II, rey de Castilla (1369 – 1379), donó la villa al francés Arnao de Solier, el 12 de noviembre de 1369, en pago de los servicios prestados en la mencionada contienda. Años después debido al matrimonio de su hija, María Solier con Juan de Velasco, perteneciente a la familia de los Condestables de Castilla, la villa pasó a estar incorporada al Señorío de los Velasco. Tuvo una aljama judía, parece que los judíos llegaron a estas tierras a principios del s. VII. La judería se asentaba fuera de la cerca de la villa, llegando a contar con más de doscientos vecinos y se consideraba como una de las más florecientes de Castilla y León.
Viernes, 26 de abril de 2024 -

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