Toro. (Zamora – Castilla y León / España). En una de las calles de esa ciudad castellana hay una casa que tiene un balcón en forma poco común, parece como si fuera un púlpito. Y habría sido allí, en pleno centro de la judería, donde solían predicar los frailes dominicos para conseguir la conversión de los judíos, una teoría que habría sido confirmada por Cantera Burgos. Precisamente en frente de ese balcón hay una casa que los ancianos conocen como La Bodega del Judío. Su judería estaba incluida en las cuentas de Sancho IV en 1284. Conviene recorrer la calle de la Judería, que se inicia casi detrás del Ayuntamiento, y pasando por la plazuela del Cristo Salvador, llega hasta el convento de Santa Sofía. Todavía se señala en Toro la llamada “Bodega del judío”, que pudiera ser una antigua Sinagoga, calle Perezal n° 17. Frente a ella, números 4-6, existe un viejo balcón, desde el que se hacía en cierta época la predicación cristiana dominical a los hebreos. En el Monasterio de Sancti Spiritus de canonesas de Santa Sofía, fundado por Teresa Gil y concluido en 1316, las monjas dominicas conservan aún los soberbios artesonados de la capilla y la nave que algunos sospechan pudieran ser también restos de la antigua Sinagoga (se necesita pedir permiso en el locutorio del convento para visitarlo). En 1953 al derruir un tapial de una casa del siglo XV propiedad del barón de Covadonga, se encontró un sello de bronce que, junto con el escudo de Castilla, lleva inscrito el nombre en hebreo, de Abraham bar Moisés Crudo, que se conserva en el Museo Sefardí de Toledo.