El juez Enciso, en informe no datado, pero que cabe situar con aproximación entre el 6 de Septiembre de 1492 y finales de Agosto de 1493, nos proporciona una valiosa panorámica del cuatro leonés tras la salida de los hebreos. Refiere que estando él en Laguna de Negrillos, perteneciente a la condesa de Luna, y empeñado en indagar los bienes correspondientes a la corona, halló que, además del importe de las obligaciones, pertenecía a los monarcas un cuento de maravedíes. El caso en sí resultaba de compleja solución, pues - al decir de Enciso - el marido de la condesa había tomado de los judíos antes de su conversión aquel importe, que guardó para sí. Convertidos a última hora en buena parte los hebreos del lugar, la condesa se vio enfrentada con aquella obligación de pago y con el solo plazo de veinticinco días. Devolvió, no obstante, sus casas a los conversos y pudo reintegrarles hasta la cuantía de 300.000 maravedíes, aunque Enciso no parece muy convencido de las versiones que hubo de recoger al efecto.