En este municipio existe el “Arroyo del Judío”. Se cita en diversos documentos, que el “Barranco de los judíos”, estaba en el barranco de la Plaza, en la ciudad de Jaén, y otras se cita como el “Muladar de los judíos”. Se localiza entre las calle Rey Alhamar y Matadero. La dehesa de Mata Begid, era la más importante de los propios de Jaén, situada al noreste del término de Cambil, con una superficie de 8.000 fanegas (5.000 hectáreas). Lindaba: al levante, con el término de Huelma; al Sur, con el de Cambil; al poniente, con la Dehesa de Bornos, también término de Cambil; y al norte, con Torres. El último amillaramiento de la finca como perteneciente a Jaén, cuyo certificado es de febrero de 1863, en vistas a su desamortización, estimaba su extensión en 7.163 fanegas, distribuidas entre otras con las roturas de Barranco de los Judíos, de 12 fanegas. La judería se localiza en lo que a fines del siglo XV pasó a llamarse Barrio de Santa Cruz, comprendía la actual calle de Santa Cruz y otras más cortas, como son la travesía de Santa Cruz, plaza de Santa Cruz, y calle del Rostro. Como consecuencia de la incursión musulmana de 1368 y de la matanza de 1391 debieron quedar grandes espacios en esta zona sin habitar que aprovecharía el monasterio de Santa Clara en su momento para ampliar hasta la misma calle de Santa Cruz sus edificaciones y huertas. La sinagoga debía estar en la citada calle, convertida en iglesia con la conversión forzada en la persecución de 1391. Las monjas del Real Monasterio de Santa Clara consiguieron una bula del Papa Benedicto XIII en 1413 para que desmochara la torre de la iglesia, antes sinagoga, y evitar así que desde ella fueran observadas. En el pleno municipal del Ayuntamiento de Jaén celebrado en el mes de mayo de 2001 a propuesta de la Asociación Inventa, se aprobó dar el nombre de Avenida Hasday Ibn Shaprut, a la que discurre en paralelo al Campus Universitario de Las Lagunillas, desde la Carretera de Madrid, hasta la de Torrequebradilla, que se ha convertido en el principal acceso rodado a la Universidad de Jaén. Rindiendo con ello homenaje al judío más ilustre nacido en Jaén y uno de los más notables de Sefarad. Hasday contribuyó de manera decisiva, desde sus altos cargos políticos en la corte de la Córdoba Califal de Al-Ándalus del siglo X, a poner los cimientos de la cultura hispano-judía y dejó constancia de las extraordinarias posibilidades de la lengua hebrea para la creación poética.