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Según el Concilio de Elvira (303-309 EC), ya en esas fechas existía una judería en dicha villa. En el yacimiento arqueológico de la Alcudia (kilómetros. 2 de la carretera Elche-Dolores), que guarda las ruinas de la antigua Ilici, se conservan los restos de una Sinagoga del siglo IV, la más antigua que se conoce en Europa. Una excavación en 1905 dejaba al descubierto la planta de un templo, un rectángulo de 10,90 x 7,55 metros, más un ábside semicircular por cabecera al este. En el pavimento, de mosaico con labor geométrica de estrellas trenzadas y cenefa de meandros, se leían unas inscripciones griegas que fueron clave para la identificación de la construcción como Sinagoga. En el Museo de la Alcudia, dentro del mismo yacimiento, se exhiben los mosaicos con las inscripciones, que se conservan bien. En cambio, la planta de la Sinagoga se encuentra ahora en estado lamentable, distinguiéndose apenas y toda ella cubierta de hierba. Las lluvias van poco a poco borrando su rastro, pues al ser una propiedad privada, es difícil su mantenimiento. En los disturbios de 1391 la aljama sufrió la violencia de la mayoría cristiana, siendo sus habitantes forzados a la conversión y extinguiéndose dicha judería El vestigio más antiguo de la posible presencia judía en Elche, sería una construcción en La Alcudia de 10,90 por 7,55 metros, orientada de este a oeste, excavada en 1905 por Pedro Ibarra y Eugene Albertini. Tangente al lateral sur se exhumó un ábside, que se consideró como parte integrante del edificio, aunque no había unanimidad entre estos autores. Albertini atribuyó al edificio el carácter de sinagoga, basándose en las inscripciones existentes en el mosaico del pavimente, de un texto lacónico, escritas en un griego bastante degenerado, en las que se vería la huella hebraica. El marqués de Algorfa encontró cerca de Ilici un semiciclo hebreo, pieza importada que demuestra la existencia de contactos comerciales entre Judea y los puertos de Sefarad. En el Museo Arqueológico de Orihuela, sito en el palacio de Rubalcaba, se exhibe una lápida judía datada de la segunda mitad del siglo VI o comienzos del siglo VII, probablemente procedente de la antigua Ilici (Elche). Consiste en un fragmento de loseta pétrea que tiene grabados una menorá sobre una columna y dos pavos reales, uno picoteando unos frutos redondos del árbol de la vida y el otro devorando a su pie una serpiente. Se trata de los mismos motivos que aparecen en la pileta tarraconense de época romana que se conserva en el Museo Sefardí de Toledo, en este caso sin inscripción.

Viernes, 26 de abril de 2024 -

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