En los años de 1326 al carecer la judería de esta localidad de cementerio propio, tenían que trasladar el cuerpo de sus difuntos hasta Murviedro (Sagunto), en 1328 se autorizó la construcción de un nuevo cementerio judío. Existió una modesta judería en esta localidad, siendo asaltada en el año 1391 y expoliado su calle, obteniendo un cuantioso botín, como castigo a la violencia los jurados de esta localidad debieron pagar al rey 13.000 sueldos (unos sufren y otros se enriquecen). Después de esa fecha poco a poder fueron regresando algunos de los judíos que tuvieron que huir y fue recuperándose la aljama. Siempre se ha llamado popularmente calle de la Judería a la que así se denominaba en época medieval y que luego cambió su nombre por la calle de la Sangre, una calle que sale de la calle Mayor, al otro extremo de la plaza del mismo nombre; hoy la placa oficial dice “carrer de la Sang. S.XV. c. De la Juheria”. En ella, casi en la esquina de la calle Mayor, se ha mantenido hasta 1965, en que fue demolida para construir un edificio moderno, la antigua Sinagoga, convertida en ermita de la Sangre.