Fechas

1467 – El día de la Magdalena y siguientes, estallan en Toledo (Castilla-La Mancha / España) unos sangrientos sucesos, cuyo origen venía arrastrándose desde 1449, en los cuales ardieron más de 1600 “pares de casas” y un buen número de conversos judíos, hubieron de abandonar la ciudad – a la sazón incorporada a la causa del infante Don Alfonso -, para escapar a la amenaza de muerte cierta, que alcanzó a gran parte de los de su condición. Los espíritus ya estaban excitados por la aparición de un libro debido a la pluma de otro converso, el P. Alonso de la Espina. El intento de este libro, titulado "Fortalitium Fidei", era exterminar a los judíos, no solo aquellos que conservaban la ley mosaica a los que denominaba "condumates", sino los aparentemente convertidos o judíos "ocultos". Como consecuencia de las exhortaciones del P. Hernando, que aseguraba poseer cien prepucios de hijos de conversos aunque no los enseñó cuanto el rey se lo exigió, se reavivaron los antiguos odios entre los cristianos viejos y los conversos y el día 19 de julio la plebe atacó a los conversos y mató a un gran número de ellos, profanó los cadáveres y quemó mas de "mil seiscientos pares de casas de lo mejor de la ciudad, en que vivían más de cuatro mil vecinos". Las escenas sangrientas duraron hasta el 9 de agosto. Las “cuatro calles” habitadas por los conversos fueron quemadas y arrasadas, y sus habitantes acusados de judaizar. Se decía que entre sus bienes, se habían encontrado libros de oraciones en hebreo, y prendar de vestir, como el talid y las filacterias, que eran prueban evidentes de la práctica de la religión judía.
Fuente:
Viernes, 26 de abril de 2024 -

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