Biografías

Nacido y fallecido en Lucena (Córdoba - Andalucía / España). 1038-1090. Gracias a él se recogió y conservó la tradición intelectual Talmúdica. Miembro de una vieja y estimada familia lucentina, usaba a veces su nombre arábigo, que él mismo traducía al hebreo haciéndose llamar ibn Moshia. Profundo conocedor del Talmud y principal entre los sabios hebreos de la España musulmana, no se limitó al estudio de la “halajá” sino que poseía una amplia cultura, habiendo examinado con detenimiento los tratados de los filósofos árabes. Amante de la tradición judaica, profundizó en los comentarios de los “geonim”, en sus respuestas y en los trabajos de los que les sucedieron, de modo que, en este sentido, no hubo en su generación nadie que se le pudiera comparar. Desde su particular punto de vista, los dictámenes de aquellos directores espirituales del pueblo de Israel eran preferibles a las opiniones de los filósofos e intelectuales. Uno de los textos que más influyeron en su formación y en su obra Fueel “Sefer ha-Yesirá” (Libro de la Creación). Se relacionó con Samuel ha-Levi ibn Nagrella, el intelectual primer ministro judío de la corte zirí de Granada, visitándole y estudiando con él. Desde alrededor de 1050 Fue elegido rabí de la prestigiosa Academia de estudios Talmúdicos de Lucena, en la que enseñó durante muchas décadas. Fue el verdadero continuador de las desaparecidas escuelas talmúdicas de Sura y Pumbedita. Gracias a él se recogió y conservó la tradición intelectual talmúdica., Y el primero de los grandes maestros sefardíes, cuando Lucena (Córdoba), se convirtió en la directora espiritual del judaísmo, al fallecimiento del último gaón rabí Hai de la academia de Pumbedita (Babilonia), que había fallecido en 1033, y con él desaparecido la tradición de las escuelas orientales. A lo largo del siglo XII, con motivo de las invasiones almorávide y almohade, muchas de las familias distinguidas de la comunidad judía de Lucena se trasladaron a Tudela (Navarra). Estas familias iban a ser el grupo dirigente de la judería tudelana durante casi trescientos años. Aunque la mayoría de los inmigrantes se instalaron en Tudela, lo hicieron también en localidades circundantes como Cascante y corella, e incluso Estella y Pamplona. Fue un prolífico escritor y poeta. En árabe elaboró un comentario a la Mishná y a la Guemará titulado “Kitab as-Siradj”, que en hebreo se llama “Sefer ha-Ner” (Libro de la lámpara), que es un comentario a la Mishna y a la Guemara, o “Sefer ha-Meor” (Libro de la iluminación). Sus respuestas a la Academia, al  igual que la obra citada, estaban escritas en árabe y en igual lengua realizó comentarios a los libros bíblicos. También fue un inspirado y exquisito poeta. Escribió pequeños poemas profanos -, pero son especialmente destacables sus poesías religiosas que alcanzan un número superior a cuatrocientas, que eran trasmitidos de boca en boca y aprendidos de memoria. Escribió asimismo himnos para las fiestas y penitenciales para el mes de Elul. Fue, sin duda, la figura más importante de la Lucena judía.

Fuente:
Miércoles, 01 de mayo de 2024 -

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