Judío converso, jurado, marido de Catalina García, vecino de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz - Andalucía / España), al que en sentencia de 1488, se le impuso una pena pecuniaria de 50.000 maravedíes, que se había de pagar en dos plazos al fiscal Juan López del Barco, el primero vencía en Pascua de 1488, el segundo el 24 de junio de 1489, el dinero así obtenido lo aplicaron los inquisidores a "la guerra de los moros", para que se dilatase el nombre de Cristo "desarraigando e echando los moros enemigos de Christo de sus reinos de Castilla”. Era preferible que los reconciliados cuidasen y saneasen su hacienda que se convertía así en fuente de saneados ingresos para las arcas reales.