Glosario

Atada y tumbada la persona, se le obligaba a beber agua sin parar con un embudo y luego se iba apretando el cuerpo atornillando los lados de una artesa que le aprisionaba. Otras veces y con el mismo nombre del tormento del agua, se colocaba un trapo mojado sobre la boca y las ventanas de la nariz y una pequeña corriente de agua descendiendo constantemente sobre ella introduce el paño en su garganta, que al ser retirado con fuerza y de pronto, salía con sangre y agua y hacía pasar al infeliz desgraciado las “agonías de la muerte”, todas estas lindezas las hacían sacerdotes de la Inquisición en el nombre de la Iglesia, con crucifijos delante. Después de aplicar durante un tiempo los múltiples tormentos, los acusados confesaban cualquier cosa que los inquisidores quisieran que confesasen y lo que dijese el inquisidor, era preferible morir quemado que seguir con el tormento un día sí y el otro también.
Jueves, 25 de abril de 2024 -

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