Descendientes de los judíos que vivían en España y Portugal (Sefarad) antes de 1492, pero que fueron expulsados en esa fecha por no aceptar el cristianismo, y se convirtieron en refugiados del norte de África, Turquía e Italia. Posteriormente emigraron al norte de Europa y a América, donde durante los siglos XVI y XVII se mantuvieron separados de otros judíos (especialmente los de Europa Central), considerándose a sí mismos innata y culturalmente superiores. Preservaron sus propios rituales, sus costumbres, su dialecto (ladino - djudeo-español) y su pronunciación del hebreo. Se dice del judío oriundo de España, ó del que, sin proceder de España, acepta las prácticas especiales religiosas que en el rezo mantienen los judíos españoles.