Después de la constitución del Imperio latino en Constantinopla, el veneciano Marco Sañudo, conquistó la isla de Naxos en el mar Egeo, la de mayor extensión de las Cícladas (449 km2 y 1.003 de altitud), juntamente con las demás del archipiélago, y el emperador Enrique (1210) le elevó a duque hereditario del archipiélago con residencia en Naxos. Al extinguirse la familia Sañudo en 1462, el ducado recayó en la hija del último duque. A este linaje sucedieron los Crispi (1383-1566), y a éstos el judío hispano-portugués Jusuf Nasí, a quien el sultán Solimán II cedió el ducado (1566-1579). A la muerte de éste se incorporó de nuevo a Turquía.