Glosario

En la Biblia “LEVÍTICO / VAYICRA, XIII y XIV” se encuentra un conjunto de reglas y prescripciones detalladas sobre la determinación de los síntomas del mal y sus medios curativos. Antes de entrar en Egipto, los hebreos no conocían la lepra, como lo demuestra el hecho de no hacerse mención de ella en el tiempo de los patriarcas. Sin embargo una novela registrada por el sacerdote egipcio Manethon, pinta a los hebreos como un pueblo de leprosos que los egipcios se vieron obligados a arrojar de las orillas del Nilo; y Tácito indica que la mayoría de los autores están de acuerdo en el hecho de que habiéndose extendido por Egipto una enfermedad contagiosa que manchaba todo el cuerpo (la lepra, sin duda alguna), el rey Bochoris pidió un remedio al oráculo de Amón, el cual contestó que debía purgar su reino y transportar a otras tierras, como malditos de los dioses, a todos los hombres infectados. Una vez reunidos los enfermos, fueron arrojados a un desierto, y ya pensaban morir allí todos abandonados, cuando Moisés, uno de los desterrados, les aconsejó que no esperaran nada de los dioses ni de los hombres, sino que se fiaran de él como de un guía celeste, quedando desde aquel momento constituido Moisés en caudillo de los israelitas. Los autores de la antigüedad recogen otras leyendas por el estilo sobre la lepra del pueblo escogido, pero a todas ellas contesta con abundantes razones Josefo, sosteniendo que el mal no debe imputarse originariamente a los judíos “Antigüedad de los Judíos (Contra Apiño), Libro segundo II, 2-27”.
Viernes, 19 de abril de 2024 -

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