A lo largo de los siglos, los judíos han hablado tantas lenguas como lugares han habitado. Sin embargo sobresalen tres como especialmente asociadas a los judíos y al judaísmo: hebreo, arameo, romance, ladino y yiddish. El hebreo es la lengua de los documentos que han formado el judaísmo, de las Escrituras, así como de la liturgia sinagogal, ha experimentado un renacimiento desde la fundación del Estado de Israel (1948). Además, cierta literatura bíblica y mucha posbíblica está en arameo incluyendo material de los Talmudes y Targumim (paráfrasis) de la Biblia. Más recientemente, el yiddish ha sido la lengua de los judíos europeos del Este, que es de caracteres germánicos pero empleando letras hebreas. Debería hacerse mención también de la considerable cantidad de literatura judía en griego del período del Segundo Templo (c. 514 AEC - 70 DEC), así como un buen número de obras en árabe de judíos bajo gobierno musulmán posterior. En ningún caso podemos olvidar que el djudeo-español o sefardí, es la lengua que se ha hablado durante la historia por los judíos que vivieron en España (Sefarad), que en la actualidad todavía se conserva, observándose desde hace años esfuerzos para su conservación.