Glosario

Siguiendo el Libro de GÉNESIS / BERESHIT 1, 26-28, la tradición judía considera a los humanos como formados a imagen de D’s, lo que les otorga una dignidad especial dentro del orden creado. Como tal la humanidad ejerce dominio sobre la Tierra pero con su responsabilidad de actuar como administradora fiel. Sin embargo, tal responsabilidad implica libre albedrío, las personas son libres para actuar recta o malvadamente, para confiar en D’s o para rechazarlo. La razón de que se tome a menudo la última opción no es que la naturaleza humana sea intrínsecamente imperfecta sino que cada uno ha sido investido con dos inclinaciones - la yetzer tov (inclinación buena) y la yetzer ra (inclinación mala) - que están en conflicto. Sin embargo, la yetzer ra fue creada por D’s y es esencialmente buena. Cuando se la utiliza apropiadamente proporciona el impulso para actividades como el comercio, el matrimonio y la procreación; solo cuando está fuera de control conduce realmente a la impiedad. No obstante, en la práctica, pocos, si es que hay alguno, están libres de pecado. Por lo tanto, un concepto esencial para la visión judía de la situación humana es la teshuvá o arrepentimiento; cualquier individuo que ha pecado puede volver a D’s y ser perdonado sin mediador o soborno. Como en el caso del juicio final, el judaísmo tradicional desarrolló la creencia en la vida después de la muerte, que incluye resurrección corporal, cuando se repartan premios y castigos según la misericordia y justicia de D’s. Aunque el judaísmo otorga al pueblo judío un lugar especial dentro del esquema divino, afirma también que D’s guía el destino global de la humanidad hacia el bien definitivo.
Martes, 23 de abril de 2024 -

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