Ceremonia expiatoria que se efectúa en el mes de Kipur o de la expiación. Presididos en cada casa por el cabeza de familia y a imitación de éste, cada hombre toma un gallo y cada mujer una gallina. Después el dueño de la casa recita algunos pasajes de los salmos y del libro de Job, se golpea tres veces la cabeza con el gallo y le dice: “Yo te cargo con mis pecados; ahora son tuyos, tu vas a la muerte y yo a la vida eterna”. Dicho esto estrangula al gallo y lo echa al fuego para que se ase. Toda la familia sigue el ejemplo y, después de asados los gallos, los dan de limosna a los pobres. Cuando se trata de una mujer encinta, tiene que sacrificar un gallo y una gallina.