Glosario

El rito de la circuncisión. La práctica de la circuncisión es tan importante que equivale a la observancia de todas las leyes de la Toráh (Shekulá mila kenéguez col hamitsvot shebatora - Nedarim 32). Ella es la base fundamental de la santificación del cuerpo. En virtud de ella, el Eterno preserva a los hijos de Israel de caer en la perdición: “Al ken bisjar zo El jay jelquénu, Tsurénu, tsivá lehatsil yedidut zéra kodesh sheerénu mishajat, lemaan berito asher sam bivsarénu”. Esto, en vez de ser causa de pecado y corrupción, consiste, para el israelita, en una fuente de santificación y elevación de cuerpo y alma. Acción y efecto de circuncidar. La práctica de la circuncisión, aunque atienda a una necesidad de higiene, según afirman los mas eminentes médicos del mundo, tiene para el israelita un sentido religioso muy elevado. Es el símbolo, la prueba y la condición para entrar en la alianza que el Eterno estableció con el patriarca Abraham. Por la circuncisión, el israelita está realmente comprometido en un pacto indisoluble con su D’s, la virtud y el deber. En este pacto, el pueblo de Israel encontró el medio infalible de permanecer inmortal, las fuerzas brutas y las persecuciones podían destruir su Templo, su Reino, eliminar su nacionalidad y su lugar entre las naciones; sin embargo allí donde se salvase un solo israelita, él constituiría un templo vivo en el cual D’s gravó Su alianza con el género humano. Esta alianza no es una idea, una palabra escrita sobre la piedra de un templo que la fuerza puede derrumbar; esta alianza es viva, fecunda, existente en el cuerpo del israelita, según se lee en la bendición que se reza en el acto de la circuncisión: “Bendito seas Tú, Eterno, que has consagrado a Tu bien-amado desde su nacimiento, grabando la Ley en su propia carne e imprimiendo en sus descendientes el sello de Tu santa Alianza. Está comprobado que los pueblos contemporáneos de los patriarcas no practicaban la circuncisión. Los habitantes de Shejem se circuncidaron a fin de obtener la alianza con la familia de Jacob (GÉNESIS / BERESHIT/ XXXIV, 24). Los egipcios tampoco eran circuncisos; de otro modo Moisés no tendría necesidad de prohibir el cordero pascual, en Egipto, a todo incircunciso (ÉXODO / SHEMOT XII, 48). Los filisteos también eran incircuncisos (SAMUEL I, XVIII, 25). El profeta EZEQUIEL (Cáp, 32) escribe que los pueblos de Asur, Elam, Meshej, Tubal, Edom, Sidón y del Egipto, no eran circuncisos. Por otra parte existen pruebas de que los sacerdotes egipcios habían adoptado esta costumbre como una especie de consagración. Por consiguiente, según los datos bíblicos, los pueblos de la antigüedad que practicaron la circuncisión y los que la practican actualmente, adoptaran sin duda alguna la costumbre de los israelitas. El pueblo de Israel practica la circuncisión no como una medida de pureza corporal, higiene pública o privada, sino como una obediencia al pensamiento del precepto religioso; si no fuera así, no podría sacar las enseñanzas y las bendiciones que se derivan de este acto. Una diferencia análoga existe entre aquel que consagra el día del sábado únicamente al reposo material y a los placeres del cuerpo, y aquel que lo observa como un reposo espiritual y como una santificación del alma. Es la excisión del prepucio, en hebreo se denomina mulah, y es la operación por la que se corta la membrana que cubre el extremo del miembro viril. Fue impuesta por D’s a Abrahám (GÉNESIS / BERESHIT XVII, 1-27) y su familia y descendencia, aplicándose también a los siervos nacidos en casa y a los comprados. Con todo, hasta que se formó el pueblo de Israel a la salida de Egipto, quizá s hubo alguna remisión y tardanza en algunos para cumplir esta Ley, así vemos que Moisés se había descuidado en hacer circuncidar a su propio hijo pequeño, por lo cual D’s quería castigarle (ÉXODO / SHEMOT IV, 21-26). Al salir de Egipto y celebrar la primera pascua, no permite D’s que tomen parte en ella los esclavos y los extranjeros (agregados al pueblo de Israel, si primero no se circuncidan. En el desierto durante los cuarenta años no se circuncidaron los niños, después de pasado el Jordán, en Gálgala, cerca de Jericó, mandó Josué por orden de D’s, que se circuncidara todo el pueblo (JOSUÉ / YEHOSHÚA V, 2-7). La ley de la circuncisión se promulgó en el (LEVÍTICO / VAYICRÁ XII, 3), su infracción se castigaba con la pena de muerte. Sin embargo parece que esta ley fue observada fielmente hasta los tiempos de los seléucidas, pues nunca los profetas reprenden al pueblo por descuido o violación de la misma. Se practica al octavo día del nacimiento, juntamente con ella se impone el nombre al niño. A la ceremonia debe asistir un padrino que se sienta en una de las dos sillas puestas al efecto (la otra se supone que es para el profeta Elías), el padre del niño y por lo menos ocho personas más. La circuncisión es la señal del pacto celebrado entre D’s y Abraham. Su fin por tanto, es religioso, pero, además tiene cierta significación simbólica, en cuanto representa la llamada circuncisión del corazón, o sea la necesidad de luchar contra las perversas y desenfrenadas inclinaciones de la naturaleza (DEUTERONOMIO / DEVARIM X, 16 y XXX, 6). (La Iglesia Católica celebra el día 1º de Enero la festividad de la circuncisión en memoria de la realizada a Jesús). GÉNESIS / BERESHIT XVII, 1-27: ‘[1] Y tenía Abram noventa y nueve años cuando, se le apareció el Eterno diciéndole: “Yo soy D’s Todopoderoso. Anda ante Mí y se íntegro. [2] Y yo estableceré Mi Pacto contigo y te multiplicaré sobremanera”. [3] Entonces echóse Abram rostro a tierra mientras D’s le decía: [4] “Yo (te anuncio que) Mi Pacto es contigo, y serás padre de una multitud de pueblos. [5] Y dejarás de llamarte Abram, pues tu nombre será Abraham (Avraham), pues te he convertido en padre de numerosos pueblos. [6] Y haré que seas fructífero y que de ti surjan pueblos y salgan reyes. [7] Y estableceré Mi Pacto contigo y tu simiente después de ti en todas sus generaciones. Será un Pacto eterno: Yo seré D’s para ti y para tu simiente después de ti. [8] Y te daré a ti y a tu simiente después de ti la tierra de tus peregrinaciones: toda la tierra de Canaán, como posesión eterna, y Yo seré el D’s de tu descendencia”. [9] Y le dijo (también) D’s a Abraham: “Y tú guardarás Mi Pacto, tú y tu simiente después de ti, para las (sucesivas) generaciones. [10] Este es Mi Pacto que vosotros guardaréis, tú y tu simiente después de ti: todo varón de vosotros será circuncidado. [11] Circuncidareis pues la carne de vuestro prepucio, y esa será la señal del Pacto celebrado contigo. [12] Al cumplir el octavo día todo varón de vosotros será circuncidado, en todas vuestras generaciones: todo el que nazca en tu casa o en el extranjero que sea comprado con vuestro dinero, de hijo que no sea de vuestra simiente. [13] El nacido en tu casa o el comprado con tu dinero ha de ser circuncidado, y así Mi Pacto será en vuestra carne por siempre. [14] Y todo varón incircunciso que no circuncidare la carne de su prepucio será separado de su pueblo por haber violado Mi Pacto. [15] Y le dijo (asimismo) D’s a Abraham: “A Saray tu mujer ya no la llamarás Saray, porque será Sara (Sará). [16] Y la bendeciré y haré que también ella te dé un hijo. La bendeciré y haré de ella una madre de pueblos. Reyes de pueblos saldrán de ella”. [17] Y echóse Abraham rostro a tierra y rió diciéndose en su corazón: “¿Acaso un hombre de cien años engendrará y Sara, de noventa años, parirá?” [18] Y le dijo Abrahám a D’s: “¡Ojalá que Ismael viva (largamente) ante Ti!” [19] Y replicóle D’s: “Por cierto, Sara tu mujer ha de tener un hijo, y le pondrás por nombre Isaac (Itzjak), y Yo estableceré Mi Pacto con él por siempre y con su simiente después de él. [20] Y en cuanto a Ismael te escuché. He aquí que le he bendecido y le haré fecundo y le multiplicaré sobremanera. Doce príncipes engendrará y haré de él un pueblo grande. [21] Por Mi Pacto lo afirmaré con Isaac, que Sara te dará al tiempo señalado el año próximo”. [22] Y terminó de hablar D’s con él y subió (alejándose de la presencia) de Abraham. [23] Y tomó Abrahám a Ismael su hijo y a todos los (siervos) nacidos en su casa y a todos los comprados con su dinero, (vale decir) todo varón de la casa de Abraham, y circuncido la carne de sus prepucios en el mismo día, tal como D’s le había prescripto. [24] Y tenía Abraham noventa y nueve años cuando (él mismo) fue circuncidado en la carne de su prepucio. [25] E Ismael su hijo tenía trece años cuando fue circuncidado en la carne de su prepucio. [26] En aquel mismo día fue circuncidado Abraham con Ismael su hijo, [27] y también todos los varones de su casa, ya sean nacidos en ella o comprados a cualquier hijo de tierra extraña. Todos fueron circuncidados junto con él.” ÉXODO / SHEMOT IV, 21-26: “[21] Y en el camino le recordó el Eterno: “Cuando llegues a Egipto, ten en cuenta los milagros que harás ante el faraón con la vara que he puesto en tu mano. Yo endureceré su corazón y no dejará salir al pueblo. [22] mas tú le dirás al faraón: “Así dijo el Eterno: “Mi hijo primogénito es Israel. [23] Te mando que dejes ir a Mi hijo para que Me sirva, mas si no lo permites ir, he de matar a tu (propio) hijo primogénito.”. [24] Y en el lugar donde pasaba la noche en el camino un ángel del Eterno quiso matarlo (a Moisés). [25] Entonces Séfora, con un cuchillo de pedernal, circuncidó a su hijo (Guersom) y arrojó el prepucio a sus pies (de Moisés), diciendo: “En verdad eres novio de sangre para mí”. [26] Y (el ángel) lo soltó (a Moisés), diciendo: “Novio de sangre por la circuncisión”. JOSUÉ / YEHOSHÚA V, 2-7: “[2] Entonces le dijo el Eterno a Josué: “Hazte cuchillos de pedernal y circuncida nuevamente a los hijos de Israel, por segunda vez”. [3] Y Josué se hizo cuchillos de pedernal, y circuncidó a los hijos de Israel en Guivat Haaralot. [4] Y esta es la causa por la cual Josué circuncidó: Todo el pueblo que había salido de Egipto, los varones, todos los hombres de guerra, murieron en el desierto, por el camino, después de haber salido de Egipto. [5] Por cuanto todo el pueblo que salió era circunciso, pero quienes nacieron en el desierto por el camino después de haber salido de Egipto no fueron circuncidados. [6] Por cuanto los hijos de Israel anduvieron cuarenta años en el desierto, hasta que toda la nación, los hombres de guerra que salieron de Egipto fueron consumidos porque no escucharon la voz del Eterno, a quienes el Eterno había jurado que no verían la tierra que Él había prometido a sus padres, una tierra que mana leche y miel. [7] Y Él levantó a sus hijos en lugar de ellos (sus padres), y a ellos Josué circuncido, por cuanto eran incircuncisos, porque no habían sido circuncidados por el camino.” LEVÍTICO / VAYICRÁ XII, 3: “[3] Y el día octavo será circuncidado el prepucio (del niño).” DEUTERONOMIO / DEVARIM X, 16 y XXX, 6: “X - [16] Circuncidad pues el prepucio (cierre, obstrucción) de vuestro corazón y dejad de ser obstinados.” / “XXX - [6] Y el Eterno tu D’s circuncidará tu corazón y el corazón de tu simiente, para que, amando al Eterno con todo tu corazón y con toda tu alma, tengas larga vida”.
Jueves, 25 de abril de 2024 -

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