Este bálsamo, es una sustancia resinosa de color pardo rojizo o amarillo verdoso producida por las abejas a partir de resinas vegetales y que tienden a oscurecerse, conocido científicamente como propoleo. Este polímero balsámico contiene cera y aceites esenciales, siendo una sustancia compleja, soluble en alcohol y en solventes tales como éter, acetona, benceno, tricloroetileno y otros. Su punto de fusión es a 62 – 70 ºC y el peso específico es 1,127 g/cm3, endureciéndose a 15 ºC. Es apreciado por sus propiedades antiflogísticas (antiinflamatorias), antitóxicas, anestésicas, estimulantes, antioxidantes, bacteriostáticas, bactericidas, antisépticas y cicatrizantes. Se emplea en la medicina humana y veterinaria, así como en agricultura, apicultura, ebanistería y conservación de alimentos. En la Toráh se habla del propoleo, con el nombre de tzori, primero, cuando José es vendido a la caravana de mercaderes que iban de Galaad a Egipto (Génesis / Beresith, 37.25); posteriormente, cuando Jacob pide a sus hijos que le lleven al primer ministro de Egipto, como regalo, lo mejor que hubiera en el país de Canaán (Génesis / Bereshit, 43.11). También hace referencia a este producto los profetas, en Jeremías 8.22; 46.11 y 51.8; y en Ezequiel 27.17.