Durante el tiempo que duró la Inquisición, ese cargo lo ejercía un funcionario, que obtenía a finales del siglo XV, un tercio e incluso hasta la mitad de los bienes ocultos hallados, pertenecientes a los condenados con la confiscación de sus bienes.
Durante el tiempo que duró la Inquisición, ese cargo lo ejercía un funcionario, que obtenía a finales del siglo XV, un tercio e incluso hasta la mitad de los bienes ocultos hallados, pertenecientes a los condenados con la confiscación de sus bienes.