Valderas. (León – Castilla y León / España). El 3 de junio de 1387 Juan I, estando en Zamora concedió a esta localidad la absoluta exención fiscal, a los participantes en la defensa de Valderas, y con ellos a catorce judíos, y se refería al acontecimiento armado del duque de Lancáster y de las tropas portuguesas, que en abril del año 1387 pusieron cerco a la villa, en que se habían encerrado los restos dispersos de Alvar Pérez Osorio, marqués de Astorga y señor de Villalobos, bajo el mando de Pedro Suárez de Quiñones. Dicho privilegio fue corroborado en segundo decreto expedido en Burgos el 15 de enero de 1388, alcanzaba a los defensores y a sus descendientes. El nombre de los catorce judíos es conocido por el propio privilegio, en que consta la reunión y acuerdo unánime del concejo de Valderas, en el que se nombraron a todos los participantes en el acto, y entre ellos a los judíos Bellocí, tundidor; Lázaro Iuce; Buenavida; Simuel; Dona Cara; Iuce Rojo; Doña Vida; Isaque, tejedor; Avellocí, zapatero; Jaco, rehojador; Belloci, tejedor; Levi, zapatero; Salomón, Tintor; Fadaza y Moses de San Felices. La primera mención documentada de un judío en esta villa corresponde a un diploma de la cancillería de Sancho IV y datado en 10 de diciembre de 1285, en el que se registran las cantidades que algunas juderías debían entregar a Mose Falcón. Las propiedades territoriales de la aljama, encaminadas a la explotación y cultivo de la tierra debieron ser especialmente importantes en las cercanías de lo que hoy se llama Monte de Pobladura y fue antes término de un reducido poblado, denominado Pobladura de San Julián. Tan importantes fueron aquí sus propiedades, que el principal camino de servicio que desde Valderas conduce a este término aún sigue en la actualidad denominándose Carre Judea, perpetuándose así en este eco nominal la memoria de un tráfico agrícola de eminente sino judío. dicho camino arranca en el puente de piedra sito en la alameda llamada de la Villa y se dirige al norte, cruzando la carretera a la altura de una gran alcantarilla, continúa a lo largo del vivero de Obras Públicas y sale al camino vecinal al sitio denominado La Zamorana, atraviesa nuevamente en sesgo hacia el este la carretera de Valencia de Don Juan, divide el majuelo conocido por Calamorra y a la altura del llamado de los asturianos se empareja por el norte con la carretera de Gordoncillo, a la que sigue en unos 150 metros, para virar luego hacia el norte y perderse, tras largo recorrido, en el monte llamado de Pobladura. Su derivación del Carre Judiega que tuvo antiguamente, nos revela así la intensidad del tráfico agrícola que los judíos hicieron por esta vía, como la importancia preponderante de sus propiedades y cultivos en los varios términos o pagos servidos por ella. El núcleo hebreo de esta población debió radicar en el costado oriental, ocupando el ámbito del que hoy se denomina Barrio de Pastores, en favor de esta afirmación existe la invariable tradición oral y el hecho de haber estado asentada aquí la Sinagoga. El barrio quedaba fuera de la vieja muralla, frente a la puerta extrema del costado oriental, dentro del recinto amurallado, tocando con la vieja iglesia de Santa María (Santa María del Azogue) se hallaba la espaciosa plaza del mercado, a la que la población judía llegaba desde la Puerta de San Isidro. La Sinagoga quedaba en el centro del barrio judío, rodeada de calles públicas, teniendo al frente una explanada o plaza en que se abría hacia el norte la pendiente calle que hoy se denomina de la Cruz y hacia el oeste tocaba al actual Espolón, por donde se llegaba a la puerta del oriente.