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Tarazona. (Zaragoza – Aragón / España). Esta ciudad aragonesa todavía conserva una calle con el nombre de La Judería. El barrio situado detrás del Palacio Episcopal conserva, no sólo el trazado viario sino, incluso, algunas casas medievales de origen hebreo. Se hallaba entre las calles que hoy se conocen como del Conde y de Rua Alta, llegando hasta la Puerta ferreña, debajo de la muralla. Parece ser que existía otra segunda judería o barrio judío que se extendía por las actuales calles de los Aires, de la Plaza y del General Cabanellas hasta la plaza del Rebate, hoy de Merced, donde existía el cementerio judío. Según los censos conservados, se infiere que muchos judíos eran arquitectos –entonces llamados "maestros de casas"- así como médicos e intelectuales. Y el pintor judío –cosa rara en aquella época- Yojanán Levy tiene conservada en Tarazona una de sus obras más importantes: el retablo de Santa Catalina, San Prudencio y San Lorenzo, que se puede admirar en la gran iglesia parroquial. Mientras tanto se informa que en fecha reciente se constituyó la Asociación de Amigos de la Cultura Judía de Tarazona «Moshe de Portella». Su objetivo es recuperar las raíces judías de esa ciudad aragonesa, de modo que pueda ser incluida en las Rutas de Sefarad. Esta entidad, que toma su nombre de un ilustre sefardí turiasonense que en el siglo XIII era administrador del rey en la comarca, tiene el propósito de adquirir un edificio medieval, conocido desde siempre como la casa de los judíos, situado junto al emplazamiento que ocupó la sinagoga. Es el mismo terreno que posteriormente ocupó la conocida Posada de Bécquer -allí vivió el poeta-, ya desaparecida. Una vez adquirida, los miembros de «Moshe de Portella» quieren convertirla en un centro cultural dedicado a la vida de los judíos en Tarazona y, por extensión, en Aragón. Entre los contenidos destacará la relación de los nombres de todos aquellos que, según la documentación existente, vivieron en Tarazona, lugar que, en algunos momentos, llegó a tener 500 vecinos de esta religión. Ya desde el siglo XIII existía en Tarazona una judería muy importante pero que, al igual que toda la ciudad (entonces Tarasuna), fue destruida en la guerra que mantuvieron Pedro El Cruel de Castilla y Pedro el Ceremonioso de Aragón, entre 1357 y 1360. Tras la batalla, la ciudad era una autentica ruina, por lo que las tres comunidades cristiana, judía y árabe tuvieron que arrimar el hombro. La aportación hebrea fue muy importante para la restauración de las murallas. Hoy día se mantiene intacta la estructura urbana de la judería. La antigua Sinagoga, sobre la que tiempo después se edificó la posada de Bécquer. En la catedral turiasonense, están celosamente conservados una serie de libros cuyas guardas (revestimientos de las tapas) están construidas con documentos escritos en hebreo, que pudieran tener relación con una Escuela de Traductores turiasonense, anterior a la de Toledo. Asimismo en el Archivo de Protocolos Notariales y en los Archivos Oficiales de la Corona de Aragón, sita en Barcelona, quedan abundantes noticias sobre la aljama judía y los nombres de muchos de sus habitantes. Conserva una calle de la Judería, estrechísima y alargada, a espaldas de las espléndidas Casas Consistoriales.
Sábado, 20 de abril de 2024 -

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