Localidades

Primeramente los judíos se instalaron en una “puebla” llamada Castro Iedeorum ya a fines del siglo X, y las leyes más antiguas del reino (Fuero de León, 1017-1020) estipula que si un hombre libre poseyera una casa construida en el solar de otro y deseara venderla, el precio han de fijarlo cuatro tasadores, dos cristianos y dos judíos. Es decir, de ello trasciende que los judíos tenían los mismos derechos que los cristianos. Se sabe que los judíos pagaban al rey un impuesto colectivo. Y los de la ciudad de León tenían sus privilegios. Pero en 1092 Alfonso VI accedió a las demandas de la nobleza y el pueblo llano, y redujo esos derechos y privilegios. Se cuenta que durante las celebraciones de Pascua, el Viernes Santo, los cristianos de la ciudad bajaban a la judería, junto al barrio Húmedo, para vengarse de los judíos, a los que consideraban responsables de la muerte de Cristo. Las autoridades, alarmadas, para evitarlo, decidieron permitir una suave bebida alcohólica en las tabernas del camino, con la que se emborrachaban y desistían finalmente de sus intenciones. Esta bebida era la limonada; originalmente vino tinto rebajado con agua, limón y azúcar. Según las crónicas de Lucas de Tuy, en 1196 arrasaron el Castro y sus habitantes fueron convertidos en esclavos. Pero a pesar de todo, muchos judíos se instalaron en el centro de la ciudad. Se estima que se dedicaron no solamente a la artesanía y el comercio, sino también a la agricultura. La Calle de Santa Ana, antes Calle Silvana, debía su nombre a la importante familia judía Silván, poseedora de casas y huertas, comunicaba con el mercado de Santa Ana. La Sinagoga estaba situada en la calle de la judería, que arrancaba de la de Cal de Moros yendo hacia el Misleo o Misteo. Aunque el investigador Justiniano Rodríguez, la localiza en el solar del edificio que hoy es el número 10 de la calle de la Misericordia (antes Cal de Moros). Dicha Sinagoga por documento del 14 de septiembre de 1495, fue donada por los Reyes Católicos, al monasterio de "Sant Esidro e abadía dél". En la calle Rodezneros poseyeron los judíos casas y terrenos en propiedad. La mayor concentración de población judía estuvo agrupada en la Parroquia de San martín y el eje que arranca de la Puerta del Arcos, Cal de Moros y su puesta continuando por Cal Silvana hasta Santa Ana, donde se encontraba el Mercados mayor. Pero en 1293 el rey Sancho IV prohibió a los judíos de León la posesión de tierras de labor. Desde esa fecha lo judería sufrió todas las vicisitudes de otras aljamas. En 1313 se les obligó a llevar el distintivo amarillo, en 1365 se les obliga a abonar el impuesto de alcabala y en 1449 se registró todo un pogrom en el que murieron muchos judíos. Finalmente, en 1481 once años antes del Edicto de Expulsión, son desterrados de León. Hoy, parece ser que las cosas en algo habrían cambiado. Según el boletín informativo de abril de 2004, de la Red de Juderías de España, durante ese año se prosiguieron las excavaciones arqueológicas realizadas por la Universidad de León en el barrio de Puente Castro, “también conocido como Castro de los Judíos”, además de realizarse otras actividades para revivir su pasado judío. ”De este modo se dispondrá de un espacio expositivo adecuado en el que desarrollar un recorrido por la historia, sociedad y cultura hispano-judías, su implantación en la ciudad de León (aljamas del barrio de San Martín-Santa Ana y Puente Castro), en el resto de la provincia, donde se constatan hasta 23 juderías (Sahagún, Astorga, Valderas, Cea, etc.) así como en los otros reinos hispánicos”, señala la noticia. La figura más destacadas del judaísmo leonés fue Moisés de León (Moshé ben Shem Tov de León), al que se ha dedicado una calle, autor del célebre libro El Zohar (Esplendor), nacido en León en 1205 y fallecido en Arévalo (Ávila) en 1305. Después de incursionar en el aristotelismo de Maimónides, se dedicó al estudio de la Cábala y escribió la mayor parte de aquel libro, considerado como la base de la ciencia esotérica judía. Estuvo en contacto con cabalistas de diversas partes de España, incluso con los de la escuela de Najmánides en Girona, que era el centro de la Cabalá en la península. Se le atribuyen no menos de 24 obras y escritos sobre ese tema, particularmente en la época en que residió en Guadalajara y, más tarde, en Ávila. En su Museo Arqueológico Provincial se expone una lápida que es lo único que se conserva del lugar conocido como Puente Castro, junto a la Ciudad, que fue importante puebla o judería. Aunque ha sido opinión general que la Sinagoga estaba situada en la calle de Santa Cruz y no ha faltado quien la emplazara en la calle de Fernández Cabuérniga, Don Justiniano Rodríguez Fernández en su trabajo Judería de León, ha rebatido tales opiniones y probado que en 1344 (y quizá 70 años antes) la Sinagoga de los judíos lindaba con casas que daban a la calle que iba de Cal de Moros (actual calle de Misericordia) al Misteo. Las Actas Capitulares de la Catedral leonesa comprueban que por enero de 1423 el Cabildo gestionaba el trueque de casas suyas con otras que el escribano Alonso Fernández poseía en la Cal de Moros, en la cual los judíos tenían la Sinagoga. Don Raimundo Rodríguez precisaba en la casa que hoy lleva el número 10 de dicha calle de Misericordia. En idéntico sitio parece que se hallaba asimismo el 27 de octubre de 1375, pues un documento de esa fecha nos habla de la casa de oración de los judíos, “que es cerca de la Puerta de Cal de Moros”. En el Museo Arqueológico y en el Museo Diocesano de Arte Sacro se exhiben varias lápidas hebreas de los siglos XI y XII procedentes del cementerio judío de Puente Castro, un arrabal de León, a sólo 1,5 kilómetros.
Jueves, 25 de abril de 2024 -

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