Localidades

En hebreo "ger-anat", "campo de refugiados". La ciudad surgió como suburbio de Elvira, y en el se instalaban los judíos escapados de las guerras. Cuando llegaron los árabes la llamaron "Garnatha alyahud", es decir, "Granada de los judíos". Según el Concilio de Elvira (303-309 AEC), ya en esas fechas existía una judería en dicha villa. Quedan pocos restos de la antigua judería, que estuvo localizada en el sector comprendido por el Corral del Carbón, la Plaza Nueva y la de Santo Domingo (desde las Torres Bermejas hasta la Puerta Real), conservando actualmente en cierto modo, la misma trama urbana los interesantes barrios del Realejo y la Antequeruela, siendo el punto o núcleo central, la actual plaza del Padre Suárez, que probablemente consistía en un dédalo de callejuelas, demolido poco después de la toma de la ciudad por orden de los reyes católicos. En la calle Pavana, cerca de dicha plaza, se erigió un monumento a Judá ibn Tibbón. Cuando la ciudad se convirtió en la capital del reino, el califica Habus designó visir a Yosef ibn Nagrella, también conocido como Samuel Hanagid. Este era también el rabino de la villa y director de una importante academia talmúdica. Cuando Habus falleció y su hijo asumió el trono, Samuel siguió siendo el brazo derecho de la corona, y su cargo fue heredado por su hijo, Yosef. Sin embargo, extremistas musulmanes incitaron a las masas y el 30 de diciembre 1066 se produjo un terrible pogrom, en el que murieron cuatro mil judíos, inclusive el visir. Esta fue la primera persecución antisemita en las tierras moras de la península. En años posteriores se repitieron los ataques de la turba contra la judería. Conquistada por los Reyes Católicos, el edito de Expulsión también se aplicó a la comunidad local, y un viajero alemán relata que unos veinte mil judíos tuvieron que abandonar esa ciudad. En las capitulaciones para la entrega de Granada por Abdallah (Boabdil el Chico) a los reyes Isabel y Fernando, en 1492 se hizo constar que: los judíos de Granada y de las Alpujarras gozarían de los beneficios de la capitulación, entre ellos el ser respetados en cuando a su vida y sus haciendas, las sinagogas, el libre uso de la religión y de sus ritos y ceremonias, pudiendo ser juzgados con arreglo a sus propias leyes, lengua, vestimenta, escuelas, instrucción, etc. Según informes del viajero alemán Jerónimo Münzer, que visito la ciudad a fines de 1494, la judería granadina estaba situada en el centro de la ciudad y la integraban unos 20.000 israelitas. Don Fernando I ordenó demolerla para edificar en su lugar un gran hospital y una iglesia catedral. Es la patria chica de muy ilustres escritores hebreos, como el poeta Moisés ibn Ezrá y el traductor Judá ibn Tibbón, pero su figura más representativa es el político, poeta y talmudista Samuel ibn Nagrella. En el Salón de los Embajadores, de la Alhambra, tuvo lugar el acto capital de la firma del decreto de expulsión por los reyes católicos, remitiéndose desde allí a todas las ciudades de los reinos de Castilla y Aragón que contaban con judería.
Sábado, 20 de abril de 2024 -

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