Localidades

Se sabe que en los disturbios de 1391 los judíos de esa ciudad aragonesa se refugiaron en el castillo, pero este amparo de la nobleza tuvo que ser abonado en efectivo. Consta en carta dirigida por Maestre Astruc (Rimoch), en nombre de la aljama de Fraga a la de Monzón, que aquella tuvo en 1391 que empeñar todos los adornos de la sinagoga por las persecuciones sufridas. El barrio judío estaba en la Collada, nombre que llevan hoy una calle larga y muy típica y varios callejones adyacentes. Siete años más tarde una parte de los judíos locales, que aparentemente seguían siendo hostigados, abandonaron la ciudad para refugiarse en aldeas vecinas. Pero la Reina Doña María, esposa del rey Don Martín, que había adquirido la propiedad del lugar, envió a cada uno de los fugitivos una orden expresa (escrita en catalán y hebreo) de que regresaran a esa ciudad en un plazo de un mes, hasta tanto no hubieren abonado la parte que les correspondía. Sin embargo, también consideró oportuno dirigirse al abad de un monasterio vecino, pidiendo que los judíos de Fraga no fueran perseguidos, ya que de lo contrario ese call estaba por desaparecer. Al fin y al cabo, se trataba de una nada despreciable fuente de ingresos.
Jueves, 25 de abril de 2024 -

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