(Alt Ampordá). Según el Concilio de Elvira (303-309 EC), ya en esas fechas existía una judería en dicha villa. Se puede visitar el carrer dels Jueus (calle de los Judíos) y el portillo que constituía una de las entradas a la judería, situada a espaldas de la iglesia parroquial. Por documento de 9 de julio de 1321, el obispo de Girona, Pedro de Rocabertí (1318 a 1324) determina y falla como se han de compensar los desperfectos fortuitamente sufridos por la Sinagoga de la citada villa; en este mismo documento se citan a los judíos  Içacho Salendini y a Mometo Astruch. El barrio judío o call, se extendió por las actuales calles de Sant Pere Baix y plaza de Peixeteries Velles, en la que estaba la Sinagoga. En el Museo Parroquial se exhibe una lápida hebrea procedente del desaparecido cementerio judío. Es una de las que se rescataron de diversos edificios de la ciudad, las demás están en manos de particulares. Existe también un viejo carrer dels Jueus, que formó parte de la judería primitiva de la plaza. De todos modos subsiste el recuerdo. Queda el portón de acceso a la judería, siempre a espaldas de la vieja iglesia, y las calles que con un poco de imaginación vuelven a estar habitadas por los hebreos, que con tanto empeño trabajan con ahínco para poder vivir en un ambiente que no le es particularmente favorable. Pero a veces resulta el más hospitalario del que hubiera podido existir en aquella época en toda Europa.