Biografías

En el año 1705 un judío llamado Miranda había arrendado al rey la renta del tabaco por la suma de siete millones, suma destinada a pagar los gastos del "chapín de la reina" (nombre del tributo que se pagaba por las bodas reales). Miranda, israelita de corazón, hizo todo lo que pudo para proteger a los suyos, colocándolos en las expendedurías de tabaco y en las diversas administraciones de la provincia de Sevilla (Andalucía / España), hasta el punto de inundar ésta de familias judías. La familia de los "Eminentes", de vieja estirpe judía, poseía la administración de la aduana de Sevilla que, según se sabe, era la de mayor rendimiento entre todas las de la península a comienzos del siglo XVIII.
Fuente:
Sábado, 20 de abril de 2024 -

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