Gaón de Sura, (853-856), escribió en la mitad del siglo IX unas largas cartas a los hebreos de Lucena (Córdoba - Andalucía / España), en respuesta a una serie de cuestiones de índole moral, teológica o de meras relaciones humanas que éstos le habían planteado. Es curioso que la comunidad lucentina se refiera en muy escasas ocasiones a temas relacionados con las Escrituras; el gaón es consultado preferentemente sobre asuntos económicos o de educación; al respecto respondió recordando que está prohibido acaparar mercancías con el objetivo de especular con ellas y aumentar los precios, o pedir un precio exagerado en una transacción relacionada con crédito, elevando demasiado el interés. Asimismo Natronai se refiere a los castigos de los niños de la escuela y pregunta si este método era empleado entre los escolares lucentinos. En pocas ocasiones se alude de modo directo al dinero, sin duda porque resultaba difícil posponer operaciones comerciales hasta que llegase la respuesta desde Babilonia, y al mismo tiempo porque los “geonim” evitaban opinar sobre esta materia con comunidades de tierras distantes. Otras preguntas trataban sobre el orden de las plegarias y sus fórmulas para todos los días de la semana, el sábado o las fiestas, así como sobre las normas que regulaban la lectura de la Toráh y la organización de la Sinagoga. Este mismo gaón remitió a los judíos lucentinos un formulario de cien bendiciones para recitar diariamente. Sin embargo, más interesante es la alusión a Lucena como ciudad enteramente habitada por hebreos: “... Y respecto a vuestra pregunta relativa al hecho de que hace tiempo al-Yussana es una ciudad judía que cuenta con gran población... sin ningún gentil”. Más adelante escribe: “¿Hay en al-Yussana algún gentil que prohiba vuestras actividades?.