Biografías

Fallecido en 965. Las academias orientales, que habían mantenido encendida la llama del judaísmo, iluminando con su sabiduría a muchas comunidades de la diáspora, entre ellas a Lucena -, sufrieron a lo largo del siglo IX y X una larga decadencia que anunciaba su desaparición. A la muerte de Saadía, su último gran Rabino, considerado como el príncipe de los Talmudistas, la academia de Sura desapareció como centro de ciencia y de tradición, manteniéndose, no obstante, la de Pumbedita, gracias a la ayuda de las comunidades hebreas de El Cairo y Bagdad. Los últimos intelectuales de Sura trataron desesperadamente de hallar los medios para restituir el viejo esplendor a su academia, y con tal pretensión se embarcaron a la búsqueda del apoyo de las aljamas occidentales. Tras un naufragio frente a las costas de Italia, fueron apresados por el almirante de la armada cordobesa, ibn Rumahis (Ebu Rumalús), fueron conducidos con su jefe el rabí Mosseh ibh Hannoch, a Córdoba, para ser vendidos como esclavos en el zoco; pero reconocidos por fueron comprados y redimidos, incorporándose su bagaje cultural al de la comunidad judía de Córdoba. Se desplazó de este modo la cultura Talmúdica del Oriente Medio al extremo occidental europeo, convirtiendo al-Andalus en el centro espiritual del judaísmo. No obstante, la academia de Sura mantendría su antiguo esplendor hasta la muerte el año 1033 de su último gaón, rabí Hai, si bien, para entonces, la dirección espiritual de los judíos había desaparecido de Córdoba y se encontraba en Lucena, ya denominada “Perla de Sefarad”. El y su hijo Hanochim fundaron en Córdoba la primera Escuela de Traductores, que daría paso a Ia formación de las importantes escuelas judaicas de Córdoba, Lucena, Granada, Toledo, Sevilla y Zaragoza. Le sucedió Samuel Leví Aben-Nagrela ha-Naguid.
Fuente:
Sábado, 20 de abril de 2024 -

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